lunes, 7 de octubre de 2013

Gol a Gol versus Estudio Estadio: maldita comparación


(Viene de la entrada anterior)
La televisión autonómica de Madrid se había convertido, merced a la exclusividad del telefútbol, en el escaparate al que se asomaban cada fin de semana cientos de aficionados y los periodistas deportivos que trabajaban en la capital, tanto los de las radios como los de los diarios. Eso significaba dos cosas: un aumento espectacular de la audiencia y un crecimiento, a veces despiadado, de la crítica hacia el producto que ofrecíamos. No hacía falta que nos mirasen con lupa. Cualquier comparación con el popular Estudio Estadio de TVE era un puro despropósito. Nuestro Gol a Gol de los domingos tenía serias carencias. Existían lagunas en la cobertura informativa y las imágenes de los encuentros, que nos remitían las televisiones autonómicas de turno, eran otro despropósito. Cada una cubría su zona y luego, entregaba, en recíproco acuerdo, las imágenes con las jugadas más importantes del partido o partidos de Primera que se habían jugado en su región y los que correspondían de Segunda y Segunda B. Generalmente, enviaban entre cinco y diez minutos, que apenas servían para editar los tres que duraban los resúmenes (excepto los del Real Madrid y Atlético, que duraban siete; y cuatro, los del Rayo), porque solían faltar jugadas importantes o lances del juego que merecerían algún comentario. El producto que podíamos elaborar con aquello, era, desde luego, bastante pobre.

Las imágenes solían llegar muy tarde, a veces ya con el Gol a Gol en el aire. En numerosas ocasiones, al comenzar el programa, hacia las diez y cuarto, aún no estaba montado ni uno sólo de los resúmenes de la jornada, con la excepción, en su caso, del encuentro o encuentros jugados el día anterior. Los redactores y montadores luchábamos contra el reloj para tratar de ultimar cuanto antes el partido que nos tocaba cubrir (Brotóns los repartía a mitad de semana), y poder cumplir, así, las pautas de una escaleta que, a la postre, casi siempre había que improvisar. Éramos un manojo de nervios a la espera de que las imágenes llegasen por línea interna. Mientras, Brotóns, daba la cara en directo como buenamente podía: presentaba el programa, avanzaba los titulares de la jornada, adelantaba los resultados de Primera y Segunda división, hablaba de los equipos madrileños y de cuestiones polideportivas, entrevistaba al invitado de turno, anunciaba que en breve tendríamos tal o cual resumen y se iba a publicidad. Pero de imágenes de fútbol de la jornada, nada o casi nada hasta bien avanzado el programa. Durante la semana preparábamos varios reportajes de actualidad deportiva en previsión de esta necesidad. El material “enlatado” se emitía en espera de poder ofrecer los extractos balompédicos, que entregábamos a realización espaciados y con cuentagotas. Trabajábamos a toda mecha. Pero el resultado era, desde luego, desalentador.

(Sigue).